top of page

3 Pasos Prácticos para Vencer el Síndrome del Impostor y Recuperar tu Confianza

Actualizado: 28 ene




¿Alguna vez has sentido que, aunque trabajas muy duro, no mereces tus logros? Esa voz interior que te dice: "No eres suficiente," puede ser difícil de ignorar. Si has sentido esto, no estás sola. Muchas mujeres enfrentan este mismo desafío, conocido como el síndrome del impostor. Y aquí estamos para cambiar eso juntas.

Lydia Fenet, autora de Claim Your Confidence, lo describe de manera poderosa:

El síndrome del impostor nos detiene antes de que tengamos la oportunidad de fracasar.

Este sentimiento nos frena antes de siquiera intentar. Pero, hoy es el día para transformar ese diálogo interno. Hoy vamos a aprender a verte como la mujer increíble que ya eres.


En este artículo, aprenderás 3 pasos prácticos para identificar, desafiar y superar el síndrome del impostor. Porque sí, tú mereces estar aquí, y es momento de empezar a creerlo.


1. ¿Estás dejando que estos pensamientos saboteen tu éxito?

El primer paso es identificar cuándo el síndrome del impostor está tomando el control. A menudo, es tan sutil que pasa desapercibido, pero aquí tienes algunas señales clave para reconocerlo:


  • "Fue suerte": Respondes a un cumplido minimizando tu esfuerzo o atribuyéndolo al azar.

  • "Pronto me descubrirán": Sientes que, en cualquier momento, alguien se dará cuenta de que no eres tan capaz como aparentas.

  • "Mejor no arriesgar": Evitas asumir nuevos retos por miedo a no cumplir con las expectativas.


¿Te resulta familiar? A mí sí.

Recuerdo un workshop que dirigí para 45 ingenieros. Entré en la sala y, al mirar alrededor, me di cuenta de que era la única mujer. Las miradas eran neutras, pero en mi cabeza sentía que me analizaban, como si estuvieran esperando que cometiera un error. La voz en mi mente no ayudaba: "¿Me tomarán en serio? ¿Qué pasa si hago el ridículo?"


Me sentí pequeña, pero respiré profundamente y me recordé algo importante: "Viviana, sabes lo que haces. Has trabajado duro para estar aquí, y tienes el conocimiento para liderar esta conversación." Decidí cambiar mi postura, proyectar confianza y hablar con claridad. Poco a poco, empecé a notar cómo los asistentes asentían, tomaban notas y me hacían preguntas. Fue entonces cuando comprendí que no solo estaba dirigiendo el workshop; estaba ganándome su respeto con mi experiencia y preparación.


Ese momento no solo me permitió demostrar mi conocimiento, sino también reconocer mi propio valor. Fue una lección poderosa: la confianza no siempre está presente al inicio, pero puedes construirla con tus acciones.


2. La clave para transformar tu diálogo interno y avanzar con confianza

El siguiente paso es cambiar tu narrativa interna. Es hora de decirle adiós a esos pensamientos que te frenan. Aquí te dejo tres consejos prácticos para empezar:


  • Reescribe tus pensamientos negativos: Cuando te digas "No soy suficiente," cámbialo por "Tengo todo lo necesario para triunfar."

  • Acepta cumplidos con gratitud: Cuando alguien te diga "Buen trabajo," sonríe y di "Gracias."

  • Rodéate de personas que te impulsen: No necesitas validación externa, pero tener un círculo de apoyo puede marcar la diferencia.


Una de las experiencias más significativas en mi carrera fue negociar mi salario. Sabía lo que valía y lo que necesitaba para darle a mi familia la estabilidad y calidad de vida que deseaba. Pero también estaba llena de dudas. ¿Y si pedía demasiado y perdía la oportunidad? ¿Y si me veían como alguien ambiciosa o ingrata?

A pesar de mis miedos, decidí dar el paso. Me preparé investigando el rango salarial del puesto, enumeré mis logros y practiqué cómo presentar mi caso con confianza. En el momento de la negociación, mi corazón latía fuerte, pero hablé con claridad y determinación. Pedí lo que sabía que merecía.

Cuando recibí la oferta que pedí, sentí una mezcla de emociones: orgullo por haberlo logrado y culpa por haberme atrevido a pedirlo. ¿Quién era yo para exigir tanto? Esa duda se quedó conmigo más tiempo del que me gustaría admitir. Pero, con el tiempo, comprendí algo importante: había trabajado duro para merecerlo, y no había nada de malo en reclamar lo que me correspondía.


Hoy quiero que tú también lo hagas. No tengas miedo de pedir lo que vales. Prepárate, cree en ti misma y recuerda que cada logro es el resultado de tu esfuerzo, no de la suerte. Tú mereces estar aquí, y mereces lo que has trabajado para conseguir.


3. Aprende a celebrar tus éxitos y callar esa voz de duda

Por último, pero no menos importante, es aprender a celebrar tus logros sin sentir culpa. Cada paso que das merece ser reconocido. Aquí hay algunas maneras de empezar:


  • Celebra las pequeñas victorias: ¿Terminaste una tarea importante? Tómate un momento para reconocerlo.

  • Acepta que tus logros importan: Cuando minimizas tus esfuerzos, le das poder al síndrome del impostor. Recuerda: tú lo hiciste, no fue suerte.

  • Comparte tus logros: Hablar de lo que has logrado no solo te empodera a ti, sino que también inspira a otras mujeres a hacer lo mismo.

Cuando empiezas a reconocer tu valor, te das cuenta de que no necesitas esconderte detrás de la duda. Eres suficiente, siempre lo has sido.


Conclusión: Toma el control de tu narrativa


El síndrome del impostor no tiene que definirte. Ahora sabes cómo identificarlo, cambiar tu narrativa interna y celebrar tus logros con orgullo. Es tu turno de tomar el control de tu historia y avanzar con confianza hacia tus metas.

¿Has sentido el síndrome del impostor alguna vez?Nos encantaría escuchar tu historia. Compártela en los comentarios o envíanos un mensaje. Juntas, podemos apoyarnos y construir la confianza que todas merecemos. Y recuerda:

¡Tú sí puedes!


Con cariño,

Viviana

Nosotras las de 24


Commentaires


Logo

Hola,
¡Gracias por visitarnos!

Gracias por estar aquí. Este es un espacio creado para inspirarte, compartir ideas y ayudarte a enfocarte en lo que realmente importa. ¡Explora, aprende y crezcamos juntas!

Recibe todas
las entradas.

¡Gracias por tu mensaje!

  • LinkedIn
  • Instagram
bottom of page